Obviamente no quiero generalizar con el título de este post. No me refiero a los madrileños en general, sino a la esa parte de la sociedad polítíco-empresarial en la que me encuentro inmerso. Ayer Comité Ejecutivo de la feria de Madrid. Tres interminables horas en las que solo saqué una conclusión. La feria es una máquina muy rentable a pesar de sus dirigentes. Nada constructivo. El nuevo presidente me parece un iluminado, que habla, y desgraciadamente piensa, como si fuese un gurú del mundo ferial. Su única obsesión es competir con su segundo rival en España, la Fira. En lugar de ver cómo podemos acercarnos a nuestro mayor competidor por arriba, sólo se preocupa de cómo debilitar al que nos sigue. Muy propio de un político, como fue y cree seguir siendo. El resto de las tres horas como siempre. Batalla entre Comunidad y Ayuntamiento (me parece increíble que dedicásemos un buen raro a discutir si se debe apoyar Madrid 2016 con un millón de euros, en un consorcio público que acaba de dar unos resultados de €55 MM, y que ha declarado que no va a dar nunca dividendos!!!) Increíble pero cierto.
Una segunda conclusión, pero esta ya no nueva. Qué malo es dejar sociedades en manos de políticos. La adormecida representación de la sociedad civil madrileña se ha dejado comer totalmente el territorio. Nos pasará factura en el futuro cercano.
Y lo peor de todo es que formo parte de esto. No solo formo parte, sino que no tengo peso específico para ni siquiera poder matizar los errores. Me tengo que contentar con escribir este blog. Ojalá crezca lo suficiente como para poder ser independiente e influir en este tipo de desaguisados.
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